www.lavozdeltajo.com

La orilla derecha

La otra muerte silenciosa

La otra muerte silenciosa
Ampliar
jueves 02 de abril de 2020, 10:14h

Escucha la noticia

Tras más de quince días de confinamiento obligatorio en nuestros domicilios, del cierre de la mayor parte de la actividad económica y empresarial de nuestra nación, a pesar de todas esas restricciones a nuestras libertades en aras a alcanzar el control y erradicación de la epidemia del COVID-19, tras todo eso, el número de infectados crece terriblemente cada día y lo más demoledor, las cifras ofrecidas, y ya puestas en duda, de fallecidos, nos sobrecogen al comprobar que cómo la frase de los enamorados, hoy han muerto más que ayer, pero menos que mañana.

No cabe alguna duda de que el gobierno, responsable por obligación y por voluntad, de luchar contra la pandemia, disponía con antelación suficiente a la adopción de las medidas antes señaladas, de múltiples informes y recomendaciones de organismos sanitarios internacionales que le instaban a que en España se actuase contra el tsunami vírico que se aproximaba.

Está bastante claro también que a la vista de lo ocurrido en China y sobre todo en Italia, de haberse adoptado cuando se le dijo al gobierno, se hubiesen evitado muchos males derivados de la falta de medidas de protección para nuestro personal sanitario o de test para la detección de la enfermedad. Hacerlo tarde es hacerlo mal, es dificultar su adquisición y de hacerlo, pagar mucho más por ello que haberlo hecho cuando ya se conocía que serían imprescindibles.

Estamos desgraciadamente como estamos y una víctima más ha surgido de esta crisis: la democracia. Ahora, manifestar cualquier crítica a este gobierno, que conjuga ineptitud con sectarismo, se califica como anti patriota, al más puro estilo bolivariano, y no como el sano ejercicio democrático de vigilancia y control del poder, sean cuales sean las circunstancias, vigilancia y control que forman parte de los mecanismos de solución en un régimen de libertades y sólo son vistas como amenazas en las dictaduras, sean del signo que sean.

Vemos ruedas de prensa en la que el conglomerado gubernativo que intenta regirnos, censura descaradamente a los medios de comunicación no afines, y lo hacen con la aquiescencia de la prensa pesebrista y subvencionada que sobre todo reina en la televisión. Todo esto convierte en dogma de fe las presuntas fake news gubernamentales.

Pero lo más grave es la actitud de la oposición, especialmente del Partido Popular, que ha asumido el mantra gubernativo y ha cesado en su función de fiscalización del poder. ¿Dónde está Pablo Casado exigiendo responsabilidades por los múltiples errores cometidos por Pedro y Pablo I.? ¿Dónde el jovial Paco Núñez preguntando a García-Page por la insufrible saturación de la sanidad castellano manchega?

A diferencia de sus compañeros con responsabilidades de poder, Díaz Ayuso, Martínez-Almeida o Juanma Moreno, ejemplos todos de esfuerzo y dedicación, los líderes nacionales y autonómicos del PP, junto a todos los diputados, senadores y parlamentarios autonómicos que les sustentan, han optado más que por el confinamiento, por un vergonzoso exilio interior plagado de silencios cómplices y cobardes, eso sí, dicen las malas lenguas que aunque confinados y callados como puertas no han dejado de percibir dietas por manutención y desplazamiento, ¿será verdad? De serlo tendríamos una buena guinda para el pastel de dejación de sus obligaciones que nos regalan , de su colaboración por inacción con los despropósitos gubernamentales.

Fuerza a todo el pueblo español y memoria para cuando antes o después esto pase, no olvidemos, ni a unos ni a otros.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios