Mujeres prostituidas afrontan un estado crítico ante el estado de alarma que vive el país por Covid-19. Denuncian a Médicos del Mundo una precaria situación, la falta de medidas de protección frente al virus y una tensa situación socio-económica que en algunos casos las obliga a continuar protituyéndose.
Aunque, según ha podido comprobar Médicos del Mundo, la mayoría de clubes de carretera y pisos han cerrado sus puertas ante la actual situación de estado de alarma, algunas se ven abocadas a ejercer con prostituidores que ya conocen para hacer frente a la grave situación económica a la que se enfrentan, ya que en muchos casos tienen que pagar las habitaciones y pisos donde están confinadas e incluso tienen familiares a cargo.
Según han contado ellas mismas a nuestros equipos que, ante la imposibilidad de atenderlas directamente estos días, las llaman por teléfono para hacer seguimiento y dar apoyo psicosocial- están confinadas en los clubes y pisos cerrados y son los encargados de los lugares los que les suministran de momento alimento y otras necesidades.
Sin embargo, las mujeres tienen miedo a que la situación se alargue y no puedan hacer frente a los gastos de alquiler de las habitaciones. A la vez temen que los propietarios no las dejen seguir estando refugiadas en estos lugares y las expulsen a la calle. Por ello, demandan un alojamiento, comida y productos de aseo e higiene, así como material de prevención ante el Covid-19, ya que seguir las normas de confinamiento en esas circunstancias se hace especialmente complicado.
Esta situación se agrava en el caso de las víctimas de trata, quienes tienen deuda con sus explotadores. Si el confinamiento se alarga, la deuda aumentará.
Por otro lado, las que están en la calle y en polígonos industriales se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad por la exposición a múltiples factores de riesgo.
También, muchas de ellas se han mostrado muy preocupadas por la situación de sus familias en esta primera semana de confinamiento, ya que algunas mujeres tienen cargas familiares a las que no saben cómo responder y para las que demandan necesidades tan básicas como la de la alimentación. La mayoría de ellas no tienen acceso al Sistema Público de Salud.
UN RECLAMO "URGENTE"
Debido a esta situación, Médicos del Mundo pide al Gobierno que considere a las mujeres en situación de prostitución población vulnerable para que puedan adherirse a políticas públicas de apoyo económico y poder acceder a los diferentes sistemas de Servicios Sociales que se están habilitando para personas en situación de vulnerabilidad social y víctimas de Violencia de Género. La situación administrativa irregular de la mayoría de estas personas les deja fuera de recursos adoptados por el Gobierno como la prohibición a las compañías suministradoras de cortar el agua, la luz y el gas a los hogares que en esta crisis no puedan sufragar el recibo.
Además, la organización reclama la necesidad de apoyo psico-social urgente, puesto que son mujeres alejadas de sus familias, sin redes sociales o familiares, confinadas en prostíbulos o pisos, una situación que añade más estrés y ansiedad a la ya de por sí difícil situación que viven el resto de personas. Médicos del Mundo recuerda la necesidad, no solo en tiempo de crisis, de que haya políticas públicas de apoyo a estas mujeres en temas de recursos habitacionales, recursos económicos, formación, empleo, etc. para salir de la situación de prostitución.
Aunque en estos días Médicos del Mundo se ha visto obligada a interrumpir su actividad de atención directa por falta de garantía de seguridad sanitaria, la ONG da seguimiento telefónico a estas personas, apoyo psicosocial, y pone a disposición de las mujeres información sobre este coronavirus.
Desde 1993, la organización trabaja para proteger la salud de las personas en situación de prostitución. Ofrece atención sanitaria a las víctimas, a la vez que promueve cambios políticos y trata de movilizar a la sociedad contra esta violencia de género.