Feministas de Pueblo denuncian

La Asociación Feministas de Pueblo, de reciente creación en la comunidad, aspira desde el activismo de base a tejer una red de mujeres en el ámbito rural que, a modo de "tela de araña", sirva para abordar los desafíos de este extenso colectivo en la región. "Las políticas de igualdad han tenido un auge en los últimos 20 años pero ha habido un parón importante en presupuestos y en recursos. En Castilla-La Mancha los avances en esta materia se pararon a las puertas de los pueblos, sobre todo en los más pequeños".
Así lo ha indicado la presidenta, Cristina Cancho, que en declaraciones a Europa Press ha explicado que esta novel asociación, ha sido alumbrada por mujeres activistas y feministas que, procedentes de diversos colectivos y organizaciones políticas, se han propuesto "reivindicar la existencia de la mujer rural dentro del feminismo y llevar la agenda feminista a los pueblos". "Entendemos que el entorno rural se queda apartado a estos movimientos mayoritarios". "Todas las mujeres tenemos luchas comunes, pero las rurales comparten especificidad propia", ha insistido Cancho, que ha abundado en que los estereotipos entre hombres y mujeres están más marcados, "la presión social es bastante hostil a los cambios y la violencia de genero esta más normalizada". "Sobre todo la llamada de baja intensidad, que de baja intensidad a veces tiene poco", ha lamentado. Además, ha proseguido la presidenta de esta asociación, las mujeres rurales presentan mayores problemas a la hora de poder acceder a los recursos básicos, "sobre todo en pueblos pequeños", al tiempo que ha condenado que en el abordaje de la despoblación no se tienen en cuenta estudios con perspectiva de género. "En el entorno rural hay una dominante masculinización. Las mujeres jóvenes son las primeras que se van de los pueblos", extremo, ha añadido, que no se tiene en cuenta en los diferentes análisis que se hacen de esas realidades.

"ERRADICAR DESIGUALDADES Y HACER VISIBLE LO INVISIBLE
De ahí que la asociación Feministas de Pueblo, además de querer informar en los núcleos rurales de lo que es feminismo, "pues hay mucha leyenda y poca realidad", aspire a erradicar esas desigualdades y "hacer visible lo invisible" trabajando en una dimensión personal que refuerce la colectiva para dotarse de un motor común. "Pero sin que seamos percibidas como una amenaza en nuestro entorno", ha agregado Cancho. "Son muchas las responsabilidades y las discriminaciones pero poco el reconocimiento a la mujer rural, incluso dentro del movimiento feminista. No somos contempladas como sujeto político en los propios pueblos", se ha quejado la presidenta de la asociación, que también se queja de que en los callejeros rurales no haya mención alguna a las féminas. Por todo ello, la Asociación Feministas de Pueblo quiere ir presentándose en los municipios rurales --ya lo ha hecho en Puertollano, Almagro y Orgaz-- para tejer en este 2020 una red de mujeres de ámbito rural regional. La acogida está siendo "muy buena", ha defendido Cancho, que ha añadido que en menos de un mes ya suman casi 40 socias, diseminadas por Toledo, Guadalajara y Ciudad Real. "En Cuenca y Albacete todavía no tenemos presencia. Hay que consolidar la red en estas provincias desde el activismo de base", ha propuesto. "También queremos fomentar la formación feminista, que es una carencia. De ahí el hecho reivindicativo de llamarnos feministas de pueblo, es una declaración de intenciones", ha manifestado en conversación con Europa Press la presidenta de esta asociación, que aspira, de igual modo, a visibilizar los problemas de la mujer rural por medio de estudios que propicien cambios en la legislación regional. Y es que Cancho ha dicho echar en falta análisis sistemáticos sobre la mujer rural, pues, según ha añadido tan solo hay uno de la UCLM. "Hace falta un estudio más completo que tenga en cuenta al 50 por ciento de la población y usar la perspectiva de género en todas las facetas de la vida", ha remachado la presidenta de Feministas de Pueblo. Este grupo de mujeres activistas pretenden, de igual modo, sacar a la palestra que la violencia de género en los núcleos rurales, sobre todo en los más pequeños, se presenta con características muy complejas. "El hecho de tener que ir al juzgado supone una dificultad añadida para las víctimas", a lo que se suma, ha añadido, la complejidad de poder ejecutar una orden de alejamiento en poblaciones de 300 habitantes. "Los centros de la mujer, aunque están estratégicamente situados, no llegan a todos los sitios", ha advertido.