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Miles de talaveranos esperaron pacientemente para tocar la imagen. (Foto: Carlos Granda) |
Largas colas para ver al Cristo de Medinacelli
El templo de las Madres Bernardas de Talavera se convirtió un año más en centro de peregrinación.
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
La iglesia del convento de las Madres Bernardas volvió a convertirse durante el pasado viernes 2 de marzo en el punto de peregrinación para talaveranos y gentes de la comarca. Miles de fieles de todas las edades aguardaron largas colas durante toda la jornada para poder besar al Cristo de Medinacelli y trasmitirle sus deseos y peticiones para el recién estrenado año. Tras una intensa jornada de devoción, la imagen del Cristo regresó a su altar en la iglesia desde donde preside las misas durante el año y donde permanecerá hasta que el próximo año vuelva a acercarse a sus fieles.