La mitad de los pediatras de Atención Primaria espera al primer brote para recomendar medidas preventivas de la dermatitis atópica, como el uso de emolientes, según los resultados preliminares de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). Con motivo del Día de la Dermatitis Atópica que se celebra el 27 de noviembre, la SEICAP recuerda la importancia de prevenir esta patología desde el nacimiento en niños con predisposición genética a sufrir enfermedades alérgicas. El trabajo ha sido realizado con 573 profesionales sanitarios y de él se desprende también que el 79% utiliza una crema emoliente antes del diagnóstico de dermatitis atópica. Diferentes estudios han demostrado que una adecuada hidratación de la piel de los bebés podría evitar la entrada de alérgenos en la dermis y, por tanto, frenar el desarrollo de la dermatitis atópica.
El 50% de los casos de dermatitis atópica se diagnostica durante el primer año de vida, según datos de SEICAP. “Por ello creemos fundamental que en aquellos bebés con predisposición genética a ser alérgicos se recomiende el uso de cremas emolientes para hidratar su piel y proteger la barrera cutánea de los posibles alérgenos”, indica la doctora María Teresa Guerra, coordinadora del Grupo de Trabajo de Dermatitis Atópica y Alergia Cutánea de la SEICAP. La dermatitis atópica es una enfermedad con una gran carga genética, modulada por factores climáticos y que conlleva alteraciones inmunológicas. “Por eso en recién nacidos se podría frenar la evolución de la atopía a una enfermedad crónica. Para ello es fundamental que tanto los profesionales sanitarios como las familias estén concienciados y bien informados”, subraya.
Según se recoge en un trabajo reciente publicado en The British Journal of Dermatology “la alteración de la barrera epidérmica conduce a una mayor permeabilidad de la dermis, a una inflamación patológica de la piel y a una sensibilización percutánea a los alérgenos”. Así, según se especifica en el texto, diversos estudios han demostrado que “cómo prevenir la dermatitis atópica con el uso temprano de emolientes en bebés de alto riesgo”.
La prevención primaria de la dermatitis atópica en niños con predisposición genética, “consiste en mejorar la barrera cutánea desde el nacimiento puesto que se ha demostrado que si se mantiene en equilibrio la barrera cutánea, evitando la sequedad e inflamación, a base de hidratación podemos evitar el desarrollo de dermatitis atópica”, indica la doctora Guerra. Un reciente estudio realizado en Reino Unido y publicado en BMC Dermatology concluye que la prescripción de emolientes en Atención Primaria para tratar la piel seca y el eccema atópico, se asocia con menos visitas a la consulta. Además, los niños que no los utilizan tienen más probabilidades de que se les recete corticoesteroides tópicos o antimicrobianos.