Si hubiera que resumir el encuentro entre el equipo de Fran Alcoy y el de Patxi Salinas de este domingo en el Municipal El Prado bastarían pocas frases. Los locales controlaron el choque desde su inicio con garra, precisión, seriedad en defensa, orden en el centro del campo y puntería en la parte ofensiva.
Siempre que un equipo histórico como el pacense blanquinegro –que en esta ocasión vestía de verde manzana– visita el césped talaverano es para, al menos, preocuparse y plantear mucho oficio de cara a retener el mejor resultado y agradar a una afición que cada domingo aumenta en las gradas.
En esta ocasión, los cerámicos se conjuraron desde el minuto uno y cuajaron una faena que agradó con creces a los seguidores talaveranos y desesperó a los jugadores del exjugador bilbaíno Salinas hasta el punto de acabar con diez sobre el terreno de juego por la expulsión de Petcoff en el minuto 79.
También es cierto que la presión más que asfixiante de la escuadra local sorprendió al equipo visitante porque más de un espectador rezagado se perdió los dos primeros goles del CF Talavera que fueron obra de Abel Molinero (minuto 4) y Oca (minuto 12).
Se configuraba, así, un arranque más que ilusionador de los hombres de Alcoy para disipar dudas y afianzarse en el campo, por cierto más que mejorable.
Con esta ventaja, la especulación se adueñó del juego local que contuve perfectamente la intentona continua del
CD Badajoz para acercarse a la meta de Gianni, que fue más espectador que actor en la jornada de este domingo.
Al descanso se llegó con ese cómodo 2-0 disfrutando de destellos de juego local e inoperancia visitante.
Aún así, tras los quince minutos de asueto, el Badajoz se intentó echar más arriba sin éxito y el CF Talavera jugó para el lujo. Sin perder la compostura atrás, la tercera línea más segura de todas las divisiones nacionales con tan sólo tres goles encajados en la ocho jornadas que se llevan disputadas, el centro de campo movía la pelota con el cerebro Víctor Andrés en todas las jugadas y el preciosismo de Abel Molinero, Oca y Rodellar de cara a la grada. Los detalles levantaron a los aficionados de sus asientos con muchos aplausos para el conjunto blanquiazul, más incluso con la entrada de Espinar y Cristian. Este último metió una marcha más en más que potenta andadura de su equipo en este partido y, con mucho oficio y amor propio, consiguió con dos goles (minutos 81 y 87) más redondear un partido que sirve para colocarse terceros en solitario en la clasificación del grupo IV de la Segunda B.
Para la próxima semana, otro ‘coco’, el
Real Murcia CF SAD que es quinto a sólo dos puntos de los talaveranos y que viene de empatar con el Marbella.