Las cigüeñas siempre vuelven y parece ser que, de una u otra forma, no paran de darle quebraderos de cabeza al Gobierno municipal, esta vez en forma de pintada.
Si hace unos días el problema llegaba a modo denuncia por intentar quitar los nidos que están en la cubierta de la Basílica del Prado de Talavera de la Reina, lo que le supuso al alcalde un enfrentamiento entre el Grupo Municipal Ganemos, la ONG Ardeidas y la propia Junta, esta vez, la denuncia llega en modo de pintada - inapropiada, todo sea dicho de paso, en un edificio de Interés Cultural- en la puerta principal de la propia Basílica.
En la pintada de la Basílica se podía leer 'Sí a las cigüeñas, no a los curas'. El motivo de la pintada, que pudo haberse realizado el domingo por la noche, aunque los Servicios Generales del Ayuntamiento la borraron ayer lunes, era criticar la retirada de los nidos de cigüeña de la techumbre del histórico edificio religioso talaverano.
Hay que recordar que el pasado martes los operarios el Ayuntamiento retiraron dos nidos de la Basílica, lo que desató el enfrentamiento entre la Junta quien aseguraba que solo tenían permiso para retirarlos hasta el 4 de febrero, por lo que el Consistorio habría incurrido en una infracción; mientras que el alcalde de Talavera, Jaime Ramos, aseguraba que los trabajos se estaba n realizando dentro del plazo establecido. A todo esto, Ardeidas y Ganemos Talavera denunciaban ante la Policía los hechos, lo que propiciaba la paralización de los trabajos de reparación en la cubierta del templo, que según el Ayuntamiento se estaban realizando.
En relación con este suceso, el concejal de Seguridad Ciudadana, Jonatan Bermejo, ha informado que el Consistorio está en la fase final del proceso para tener los permisos que permitan instalar cámaras de vigilan en el entorno de la plaza del Reloj y en otras calles peatonales de la ciudad y así como en los Jardines del Prado.
OTRA EN LA CAPRICHOSA
En la plaza de toros de Talavera de la Reina, La Caprichosa, también ha aparecido otra pintada. En este caso contra la tauromaquia en la que se podía “muerte por placer”.