La Guardia Civil evita un "mal mayor" tras el incendio de una cocina

Efectivos de la Guardia Civil de Fuentealamo han extinguido el fuego que se había iniciado en la cocina de una vivienda de esa misma localidad, evitado que se hubiese propagado a las dos plantas del inmueble.

El Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Albacete tuvo conocimiento, a través de una llamada telefónica procedente del servicio de emergencias 112, de la existencia de un incendio en el interior de una vivienda del núcleo urbano de Fuentealamo.

Inmediatamente, los operadores del COS comunicaron el hecho a una patrulla de servicio de la Guardia Civil que se encontraba a escasos minutos del inmueble donde se había originado el incendio, ha informado la Delegación en nota de prensa.

Personados los agentes de la Benemérita en el domicilio afectado por el fuego observaron como de su interior salía una joven solicitando ayuda, afectada por la inhalación de los vapores tóxicos causados por la quema de los electrodomésticos y materiales de la cocina.

Ante la gravedad de la situación y la posibilidad de que el incendio se propagará a las dos plantas del adosado, los guardias civiles accedieron al interior con los dos extintores de incendios que llevaban en el vehículo oficial, dirigiendo el agente extintor hacía base de las llamas que se extendían por la encimera, campana y varios electrodomésticos cercanos, consiguiendo extinguirlas totalmente.

La joven que se encontraba en el domicilio cuando se originó el incendio fue atendida por las molestias causadas por la inhalación de los humos en el centro de salud de Fuentealamo.

Los agentes que participaron en la extinción del fuego, a pesar de haber inhalado humo, no tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos quedando únicamente afectados sus uniformes por el intenso y espeso humo generado en el incendio.

De la investigación realizada se pudo determinar que el fuego se habría originado por un cortocircuito en el motor de la campana extractora de humos de la cocina, que tras arder sus partes plásticas y caer sobre la vitrocerámica se extendió al mobiliario y electrodomésticos cercanos.