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| Una treintena de trabajadores protestaron en la puerta de los juzgados antes de la vista. (Foto: J.F.) |
Los trabajadores de Confecciones Corrochano piden responsabilidades solidarias a la empresa Pull&Bear
La vista se desarrolló el pasado jueves en el Juzgado de lo Social de Talavera a la que no asistió el titular de la planta textil ubicada en el Polígono Torrehierro. La filial de Inditex se desentendió.
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Sonora protesta de los trabajadores de Confecciones Corrochano la semana pasada en las diferentes franquicias que Inditex tiene en Talavera y juicio visto para sentencia en su demanda a la empresa y a Pull&Bear. Indignación entre los trabajadores, casi todos presentes, con ambas partes demandadas. Por un lado, la no personación del empresario de la fábrica textil y por otro, la negativa de la filial de Inditex a tener algún tipo de relación con los trabajadores fueron las notas destacadas del juicio que tuvo lugar en el Juzgado de lo Social de Talvera. Los abogados de la defensa sostuvieron la dependencia casi absoluta de la fábrica del grupo Inditex, por lo que reclamaron a éste responsabilidades solidarias. En torno a un millón de euros por la deuda de cuatro nóminas e indemnizaciones por despido improcedente.
Los abogados sindicalistas defendieron que Pull&Bear controlaba la producción de Corrochano, además de recordar que esta relación comercial se remonta a hace más de 25 años y cada vez ha sido más estrecha. Tanto el abogado de UGT como la de CCOO intentaron demostrar que esta firma supervisaba todos los pasos en la fabricación de la prenda, incluso marcaban de qué proveedores debían adquirir artículos como los botones o las etiquetas. De esta forma, pidieron la responsabilidad de P&B tras haberse declarado insolvente Confecciones Corrochano tras la contracción de esta deuda. Además, culparon a la grande del textil del cierre de la fábrica, ya que han trasladado la producción a terceros países, como Portugal. Por su parte, la defensa se desvinculó por completo de la estructura empresaria del taller de confección y subrayó que se limitaban a hacer los pedidos y recoger las prendas. La abogada de la defensa insistió en que ellos no conocían del cierre de la planta y recordaron que llegaron a enviar telas en julio que les fueron devueltas. Además, afirmaron que no controlaban la obtención de la materia prima y tampoco se metió nunca en las condiciones laborales de los trabajadores.
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