PSOE pide políticas para dar oportunidades a los jóvenes

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, José Gutiérrez, ha pedido al alcalde que cumpla lo aprobado en el Decálogo y ponga en marcha políticas destinadas a dar oportunidades a los jóvenes, para intentar frenar la sangría de población que se está produciendo, y que afecta especialmente a la Juventud.

Gutiérrez ha recordado que en el Decálogo se incluye destinar el 1 por ciento de los recursos propios municipales “a proporcionar oportunidades laborales, de conocimiento, innovación etc a la juventud, algo que por supuesto no se ha cumplido”.

El portavoz ha insistido en que son muy graves los datos que, además de llevarnos a la cuarta posición en número de habitantes en Castilla-La Mancha, inciden especialmente en la población joven, “muchos de ellos cualificados y formados aquí, y sin ninguna oportunidad de desarrollar su vida laboral en su ciudad”.

Gutiérrez ha insistido en que los datos demuestran que en los seis años de gobierno del PP se han marchado 5.252 talaveranos, “y lo siguen haciendo, porque sólo en el primer trimestre del año han dejado la ciudad 528 personas, lo que significa que cada día se marchan 6”. Para el portavoz, es insostenible este ritmo de despoblación, “y buscar soluciones tiene que ser la prioridad absoluta para el resto de legislatura, pero aún no hemos oído al alcalde hacer una valoración, y mucho menos, proponer alguna medida”.

PÉRDIDA ECONÓMICA
Los propios datos municipales reflejan que se han marchado muchísimos jóvenes, “ya que el 83 por ciento de los que han salido están en la mejor edad para trabajar y para producir”. Por el contrario, donde se ha producido un menor descenso es en los ciudadanos de edad más avanzada, “con el peligro de quedarnos con una población envejecida y por tanto, con menos oportunidades de progreso y de desarrollo”

Además de lo que supone para la ciudad el perder puestos en el ranking regional, pasando de golpe del segundo al cuarto puesto, Gutiérrez también se pregunta si al alcalde “tampoco le preocupa la parte de ingresos que la ciudad pierde con cada persona que se va, porque perdemos participación en los tributos del Estado, en lo que nos corresponde por número de habitantes, y que está en unos seiscientos euros por persona y año, lo que significa que dejamos de ingresar tres millones de euros con el descenso de población, y que seguimos perdiendo a un ritmo acelerado”.