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Elecciones, Análisis de resultados

Elecciones, Análisis de resultados

jueves 14 de julio de 2016, 11:13h

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Ahora con más frialdad, cuando los sentimientos se han serenado un poco, y el peligro de infarto es menos posible, debemos analizar los resultados de las pasadas elecciones del 26-J......

Ahora, con más frialdad, cuando los sentimientos se han serenado un poco, y el peligro de infarto es menos posible, debemos analizar los resultados de las pasadas elecciones del 26-J. Hemos de entender por qué el pueblo Español –que tantas veces ya ha demostrado ser muy sabio- ha decidido lo que ha decidido, y que resortes le han motivado.


Creo que es muy conveniente dejar claro un asunto que circula mucho en el ambiente. Los seres humanos nos movemos por sentimientos, por emociones, por motivaciones, la Razón consiste en saber intelectualmente que nos motiva en cada caso y porqué. Nadie actuamos con la Razón. Lo que hacemos es saber lo que sentimos y con los conocimientos de los que disponemos –a lo que se llama Razón, o Razonar- modelamos ese sentimiento que surge de las tripas y, en función al resultado previsible, actuamos de una u otra forma contrapesando esa motivación con el conocimiento de los posibles desastrosos efectos a los que nos puede llevar esa actitud. Al final –como siempre- se trata de ser conscientes de nuestros actos, o actuar con total inconsciencia. La llamada Inteligencia puede que no sea ninguna otra cosa más que ser conscientes de lo que vamos a hacer, y corregirlo utilizando los conocimientos.


Lo que hemos votado los españoles, por este orden de traslación al voto directo, y de acuerdo con la ley electoral –eso sí, a veces injusta- que se traduce en mayor o menor número de escaños, es lo siguiente:


Lo primero que debemos resaltar es la pérdida del 20% de los escaños para un partido tan nuevo como C,S. Apreciamos claramente como los votantes de centro derecha, que no querían una derecha como el PP, lo que menos quieren es que pacte con el centro izquierda, con el PSOE, y traspase la vieja e inquebrantable línea de Izquierdas y Derechas. Querían que se mantuviese en el centro derecha y que no pactase con la Izquierda, por muy moderada que sea. Por eso han vuelto –quizá a su pesar- a votar al PP para garantizarse un gobierno estable y de Centro-Derecha. Algunos le llaman el voto útil.


Lo segundo que han hecho los votantes es decirle claramente al PSOE, al que tantas veces ha votado abrumadoramente ese pueblo español sabio, que se deje de veleidades, que sea serio como siempre fue. Que si quedó segundo debía ejercer la mejor oposición posible y dejarse de zarandajas para, con unos o con los otros, tratar de ganar en los “negocietes” lo que el pueblo español no le había otorgado: El título de ganador de las elecciones. Le han recordado aquello tan viejo –y tan sabio- de, Zapatero… Y en tercer lugar han dejado muy claro el conjunto de los españoles con su votación –para unos sabia, para otros equivocada, pero dados los tiempos que corren, ya lo dijo con claridad el de Loyola, “En tiempos de tribulaciones…No hacer cambios”- que no es el momento de aventuras de izquierdas. De cambios a no se sabe muy bien hacia dónde. Con el ejemplo, no ya de Grecia, sino de la propia Francia, parece que los radicales de izquierda no ofrecen soluciones válidas para los problemas actuales. Si miramos a la otrora ejemplo de todos, la Gran Bretaña, parece que el Jeremy Corbyn no ha acertado mucho ni siquiera dentro de su propio partido. Los suyos le dimiten a docenas.


Como mi análisis pretende ser intelectual, dejando claro que se puede prever cual será la conducta de un grupo social organizado –en este caso la del pueblo español votando- aplicando la disciplina científica de la Psico-Biología, he de citarme a mí mismo. Sé que no está del todo bien, pero por desgracia mis dos abuelas ya están fallecidas y solo yo puedo alabarme, y también es cierto que uno ha de saber venderse, en base a ello debo decir que dos artículos atrás yo he previsto con claridad que se produciría un apreciable corrimiento de los sentimientos del electorado hacia el Centro-Derecha. Que los españoles aplicarían aquello tan viejo de… “Virgencita…Virgencita…”.


El resultado ha sido rotundo, pese a los incontables casos de corrupción –parece que el pueblo español ya asume que se corromperán, pero espera que no sea tanto y tan descarado-, o a que un ministro dimitido y que abandonó el barco contra todos y contra todo, que pretendía no permitir el aborto libremente adoptado, ni siquiera a una familia que sabe a ciencia cierta que su hijo no nacido será un vegetal toda su vida. Y pese a que –en la ley de educación- quieren que volvamos todos a rezar y cerremos todas las grandes y lucrativas multinacionales españolas y nos dediquemos a estudiar solo lo que los judíos han escrito, el pueblo español ha votado estabilidad, y cree que esta se la dará el PP.


Ojalá vote también –como desea- crecimiento económico, racionalidad empresarial e industrial. Que se traduzca el voto en creación de puestos de trabajo y en desarrollo intelectual, profesional, y de relaciones internacionales comerciales y de trasvase de cultura. Algo de lo que quizá estamos más necesitados que nunca. El resultado inequívoco de estas pasadas elecciones es que el pueblo español quiere estabilidad. Que esta le proporcione crecimiento económico. Que se sepan las reglas del juego. Que este sea lo más justo posible, y que, por favor, que nadie se aproveche de la enorme generosidad de este gran pueblo y los de siempre… Solo piensen en llevárselo Crudo.


Pronto, dentro de unos meses, podremos comprobar que respeto se tiene por esta sabia decisión de todos los votantes, y si se aplica para bien…O para mal.

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