Ya tocaba volver al semanal y, saliéndonos un poco de la rutina, no escribiré esta semana sobre política. Respiren tranquilos aquellos que aprietan el culete cuando ven que Luis ha sacado otro artículo.
Este artículo va dirigido a todos los jóvenes de Talavera. Quiero pedirles que nunca tiren la toalla, que piensen que por muy mal que estén las cosas, siempre hay esperanza para salir del hoyo. Sé que sienten rabia cuando ven en la noticias que han vuelto a recortar las ayudas a la educación, cuando ven cómo algunos fantoches se forran con el dinero que les ha costado tanto conseguir a sus padres, cuando piensan que ni con una carrera universitaria tienen posibilidades de trabajar...
Hoy en día, nos encontramos en una situación en la que hasta el chaval más cualificado puede estar currando de reponedor en un supermercado. Vivimos un momento tan crucial que ahora es cuando más fuertes tenemos que ser. Nunca hay que rendirse porque, el día de mañana tú terminas tu carrera tan contento y encuentras un trabajo totalmente distinto al que esperabas. Pero, ¿y si ese trabajo es en el que realmente te sientes a gusto?
Te preguntarás, ¿He perdido 5 años de mi vida? ¿He estado haciendo el tonto durante todo este tiempo? ¿Me ha servido de algo la universidad? Lo siento amigo pero, te equivocas. En la universidad no sólo te enseñan conceptos, teoremas, historia... Te enseñan muchas más cosas de las que crees. Sólo está en tu mano el aprenderlo.
No abandones tu hobbies, explótalos al máximo. Si te gusta tocar la guitarra, tócala hasta que te duelan las manos. Si te gusta hacer teatro, apúntate a una escuela de teatro y compagínalo con tu estudio. Si te gusta escribir o leer, ya estás tardando en hacerlo. Ninguno de nosotros sabemos a ciencia cierta a lo que nos vamos a dedicar en el futuro. No te cierres puertas porque no sabes cuál será la que debas cruzar.
Y, para terminar, volviendo al título de este artículo, la esperanza es lo último que se pierde ¿no, Esperanza?
El último recurso en esta vida es el abandono.