Tras el encargo, "empecé haciendo bocetos siempre respetando el diseño original que en su día hizo otro artesano ya que con mi trabajo no pretendo que la obra nueva destaque ni que, en ningún caso, sea de inferior calidad a lo que ya existía" reconoce Paniagua.
El proyecto, según el propio artesano, consiste en respetar el original, que se amplía en longitud y en anchura y se enriquece. La figura inicial en sí tenía sólo respiraderos y ahora saldrá además con canastilla y manirete. Entre las novedades que presenta el trabajo del tallista, se encuentra la manigueta, "remate de vara que tampoco se suelen ver mucho por aquí pero es muy bonito, es la parte delantera que primero se ve en un paso, los remates de las varas", apunta.
Además, "la parte superior es donde arranca el monte, este paso lleva un monte de claveles que va a morir a la base de la cruz que se ha respetado en tamaño y forma, y la canastilla que hago es un añadido que a parte con motivos sacados de tallas que existían anteriormente" explica Paniagua.