A la espera de recibir el escrito formal de los comerciantes de la calle Corredera y Plaza del Reloj, en la que rechazarán la peatonalización total o parcial de la calle y solicitarán la mejora de la iluminación en la zona -entre otros-, la portavoz municipal, María Rodríguez, expresó que se tomará la decisión atendiendo “al interés general” y puntualizó que el alcalde ya ha tenido reuniones con algunos comerciantes, aunque se harán extensibles a vecinos de la zona y comerciantes y talaveranos de toda la ciudad.
Según expuso, “igual que se pulsó la opinión de toda la ciudad para las obras, ahora se hará para el posible cierre al tráfico rodado”. De todas formas, emplazó a dar a conocer la decisión cuando se haya terminado con las rondas de contacto con todos los implicados.
La portavoz recordó que de lunes hasta el sábado a las 14 horas -momento del cierre de los comercios- la calle estaría abierta al tráfico, mientras que el resto del fin de semana se volvería peatonal. Sea como sea, Rodríguez puntualizó que “es una opción reversible”, ya que la nueva configuración arquitectónica que ha quedado tras las obras “permite que haya tráfico, que lo haya en los dos sentidos de la circulación o que no pase”, por lo que no se descarta que “sufra modificaciones por la configuración”. Esta es la comodidez de la obra, ya que en caso de funcionar el tráfico en algún aspecto, se retomará la versión anterior, como es el caso del cambio de sentido en la rotonda a la calle Carnicerías.