El coportavoz de la Plataforma en Defensa de los Ríos Tajo y Alberche, Miguel Méndez, argumentó que “hoy se escenifica toda la unión de la cuenca del Tajo en la lucha por su río, desde Sacedón hasta Lisboa”. Así se pronunció durante la concentración, donde aprovechó para asegurar que la demanda ha sido mucho mayor de lo que se esperaba en un “acto simbólico de pueblos y ciudades para mostrar su desacuerdo con el trasvase”. Méndez se mostró muy orgulloso de que la Red del Tajo ya cuenta con más de 200 adhesiones en todo el territorio nacional para luchar por sus objetivos.
Méndez avanzó que “la lucha va a continuar, nosotros tenemos la razón y tiene que ser atendida por la justicia”. Así, recordó que el primer obstáculo es el “infame memorandum” que ha consolidado “un disparate, que la zona de Levante y Murcia siempre tenga preferencia sobre la cuenca cedente, algo que a los parlamentarios europeos no deja de alucinarles”.
Igualmente, expresó que la lucha de la Plataforma seguirá en la Unión Europea y en el Tribunal Supremo, así como instarán a los políticos ante la necesidad perentoria de la construcción de las estaciones de aforo para medir los caudales; “el Ministerio no quiere que se tengan datos fehacientes del caudal para que no vayamos con ellos a los tribunales, esto es un fraude a los ciudadanos”.
Respecto a esta concentración, recordó el preludio de la gran movilización de 2009 y anunció que “vamos a trabajar para que se consolide, porque no vamos a consentir que de toda la cuenca seamos los pringados de la política hidrológica de España”. En estos términos, Méndez dijo que “siendo una de las ciudades más pobres, tenemos que ceder nuestro petróleo (agua y vega); por lo que vamos a luchar para que la situación no se perpetúe”.
En la lectura del manifiesto quedó patente la reclamación de ciudades, pueblos y colectivos de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, además de Portugal. Las cinco primeras líneas son: el establecimiento en el Tajo, y todos los ríos de la cuenca, de un régimen obligatorio de caudales ecológicos reales; la finalización del trasvase Tajo-Segura; la mejora de la depuración de las aguas residuales en toda la cuenca; una explotación hidroeléctrica en Extremadura que permita la llegada a Portugal de un régimen adecuado de caudales; y mejorar la gestión del río en la parte portuguesa de la demarcación y exigir al gobierno portugués un control efectivo sobre la contaminación agrícola y los vertidos industriales.