Se marchó en junio del 2014, en España no tenía trabajo y decidió probar suerte. Amparo, se reunió junto a su pareja que vivía allí, es educadora social y actualmente trabaja como madre de día y por las tardes y noches es chef en un restaurante peruano. “Me gustaría conseguir dominar el idioma y poder trabajar como educadora social, que aunque he tenido ofertas ha sido difícil por el idioma”, explica.