Es ingeniero de competición en Milán. Llegó a la ciudad hace poco más de un año para hacer prácticas en un equipo de coches de competición, después de enviar cientos de currículos. Tras la formación le ofrecieron continuar con ellos y ahora viaja por varios países por su trabajo. “Es un auténtico sueño, no me lo creo aún”. Pese a ello, espera regresar a una España que echa de menos.