www.lavozdeltajo.com

Destacado | NACIMIENTO ESPECIAL SEGURILLA

“Traer a mi hija al mundo es lo más bonito que me ha pasado en la vida”

“Traer a mi hija al mundo es lo más bonito que me ha pasado en la vida”

Luis Alfonso, un joven de 29 años y vecino de Segurilla, asistió a su mujer, Verónica de 27, en el alumbramiento de su segunda hija, Nerea, después de 41 años desde que naciera el último bebé en la localidad

lunes 17 de agosto de 2015, 21:41h

Escucha la noticia

“Traer a mi hija al mundo es lo más bonito que me ha pasado en la vida”

Siempre escuchamos eso de que traer un bebé al mundo es algo maravilloso, pero cuando esto sucede en tu propia casa, sin tener nada previsto y con la única ayuda de tu marido, este calificativo se queda corto. Verónica Núñez, una joven peluquera de 27 años, daba a luz a su segunda hija, Nerea, el pasado 12 de agosto con la única ayuda de su marido, Luis Alfonso Alonso, un ganadero de 29 que tuvo que actuar como un improvisado comadrón ante el inminente nacimiento que ha revolucionado Segurilla.

El primer nacimiento desde hacía más de 40 años que tenía lugar en el municipio, dado que a todas las mujeres en estado de gestación se les prepara desde meses antes en la preparación al parto para cuando llegue el momento de ingresar en la sala de dilatación y en el paritorio del hospital.

“No sabemos cómo explicar lo que sentimos en este momento, solo queríamos que todo saliese bien y así ha sido; estamos muy felices aunque todavía nos cuesta asimilarlo”, relataban a La Voz del Tajo los heroicos padres.

Nerea se ha convertido en protagonista sin quererlo y, afortunadamente, sus 2,980 kilos dan fe del perfecto estado del bebé, al igual que el de su mamá, que permanecieron dos jornadas en el Hospital General Nuestra Señora del Prado después del parto en su domicilio de Segurilla.

La odisea comenzó el 12 de agosto cuando Verónica empezó a sentir fuertes contracciones alrededor de las 15 horas. Fue en ese momento cuando se prepararon para ir al hospital talaverano, con la experiencia de que su primera hija (Lucía, de año y medio) “nació en la sala de dilatación porque no dio tiempo de llegar al paritorio”, recodaba Luis Alfonso.

Verónica había avisado de que tenía mucha facilidad para el parto y por eso optaron por ir al hospital, aunque tras los pertinentes análisis, el personal médico decidió enviarla a casa dos horas después. “Nuestra intención era volver a las 22 horas para una nueva valoración, pero ya no fue posible”, recordaba todavía nervioso.

Una vez en casa, y ya mucho más tranquilos, Luis Alfonso controlaba las contracciones de su mujer tal y como le habían indicado, mientras que optó por realizar al mismo tiempo unas tareas domésticas durante lo que se estaba haciendo una tarde muy larga. Mientras se dirigía a depositar la basura al contenedor de la calle, oyó como su mujer gritaba llamándole; “Cuando entré al salón Verónica estaba rompiendo aguas”, señaló a La Voz del Tajo reviviendo la escena.

Consciente de que no tenía tiempo para coger el coche y desplazarse con su mujer al hospital, nuestro entrevistado tomó una de las decisiones más importantes de su vida: atender el nacimiento de su hija sin ayuda de profesionales sanitarios. “Le dije que se tumbara en el sillón y se preparara para lo que iba a pasar; mientras yo pensaba con aplomo que todo saldría bien”, subrayó.

Una vez que la madre expulsó la bolsa del líquido amniótico, el improvisado comadrón pudo ver la cabeza de Nerea. “Comencé a voltearla un poco para que saliera y...todo fue muy rápido. Le di una palmadita en el culo como se ve en las películas para ver si lloraba, y todo estaba perfecto”, detallaba el orgulloso progenitor.

Nerea Alonso Núñez nacía a las 20.30 horas repleta de salud y observada por unos exhaustos padres, valientes como ellos solos. Un vez que su padre la tuvo en brazos se la entregó a su madre y “en ese momento nos pusimos los dos a llorar”, continuaba su relato Luis Alfonso. “Hemos traído al mundo a nuestra hija los dos solos”, completaba su mujer.

“Entré al salón y vi que Verónica estaba rompiendo aguas, cuando llamé al 112 les pareció extraño que estuviera asistiendo el parto en casa; pero al final, hemos traído al mundo a nuestra hija los dos solos”

La siguiente reacción de este segurillano fue llamar al número de Emergencias 112 y comentarles lo que había sucedido para que le ayudaran en las labores del postparto. Desde el teléfono le indicaron como debía limpiarla, como poner la pinza en el cordón umbilical y comprobar que la respiración del bebé era el apropiado.

Así, recordaba como “cuando llamé al 112 les parecía extraño lo que les estaba contando, no daban crédito a que yo estuviera asistiendo el parto en mi propia casa”. A los pocos minutos la casa estaba llena de gente, los abuelos y vecinos José y Encarna, vecinos y los técnicos sanitarios del 112. Todos estaban incrédulos ante lo les narraban los padres, pero emocionados e ilusionados con la bonita estampa que estaban contemplando.

Nerea había decidido nacer en casa y ser protagonista, junto con sus padres, de esta noticia que contaron en exclusiva a La Voz del Tajo. “Fue como una película, todos aplaudiendo y llorando de alegría”, puede ser el resumen que nos dejó Luis Alfonso.

Tanto el padre como Verónica han agradecido a través de este periódico a los que de alguna forma han ayudado a que su hija llegara en perfectas condiciones a este mundo, médicos, enfermeras y personas del 112. Por el momento no se plantean volver a ser padres, pero si llegara el momento lo tienen claro: “si nace en el hospital, perfecto, pero si quiere seguir los pasos de su hermana y nace en casa ya sabemos lo que tenemos que hacer”, dijeron ambos entre bromas.

Desde La Voz del Tajo gracias por compartir con nosotros y nuestros lectores esta bella historia. ¡Enhorabuena Luis Alfonso, Verónica y Lucía. Bienvenida Nerea!

“Traer a mi hija al mundo es lo más bonito que me ha pasado en la vida”
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (6)    No(0)

+
0 comentarios