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La Policía Nacional desarticula una organización criminal dedicada a la explotación sexual de jóvenes rumanas

Los miembros de la red les propinaban brutales palizas para obligarlas a ejercer la prostitución en las provincias de A Coruña, Málaga y Guadalajara

viernes 19 de junio de 2015, 13:59h

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Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal presuntamente dedicada a la explotación sexual de jóvenes rumanas en clubes de alterne en las provincias de A Coruña, Málaga y Guadalajara, deteniendo a 5 personas, e imputando a una más, por la presunta comisión de delitos de trata de seres humanos, prostitución y pertenencia a organización criminal. Entre los arrestados figura el cabecilla de la trama, el cual llevaba el cálculo exacto de todos los servicios sexuales prestados por las víctimas así como de los beneficios obtenidos. Los miembros de la red les propinaban brutales palizas para obligarlas a ejercer la prostitución. Además, se ha logrado liberar a cinco víctimas de dicha organización que habían sido engañadas, controladas, amenazas y coaccionadas por la organización.

Las investigaciones comenzaron en octubre de 2014 a raíz de las declaraciones manifestadas a los agentes por parte de algunas de las mujeres de nacionalidad rumana que estaban siendo explotadas sexualmente, junto a otras, por una organización criminal compuesta por compatriotas suyos.

En sus declaraciones relataron cómo un ciudadano de origen rumano se dedicaba a obligar a varias mujeres a ejercer la prostitución con la ayuda de su pareja sentimental. Ésta era además la encargada de vigilarlas dentro de los clubes de alterne, empleando para ello todo tipo de métodos coercitivos y trasladándolas constantemente de un sitio a otro en la provincia de A Coruña, todo lo cual le reportaba enormes beneficios que le permitían mantener su alto nivel de vida.

Las víctimas eran captadas tanto en Rumanía como en España

La organización captaba a las mujeres tanto en Rumanía como en España mediante el ofrecimiento de falsos trabajos en nuestro país. Con ello lograban que las víctimas se trasladaran voluntariamente hasta la provincia de Málaga, donde residía el principal responsable del grupo. Una vez en dicha localidad se encontraban una realidad muy distinta a la esperada.

Las primeras pesquisas realizadas llevaron a los agentes a determinar que el ciudadano rumano denunciado en un primer momento se trataba del jefe y, por lo tanto, quien decidía y daba las órdenes al resto de miembros de la organización. Una trama perfectamente estructurada y jerarquizada compuesta por ciudadanos rumanos extremadamente violentos, tanto con las que ellos consideraban “sus chicas”, como con otros miembros de bandas rivales.

Hospitalizadas a consecuencia de las palizas recibidas

La violencia ejercida por los componentes de la organización era tal que, en ocasiones, las víctimas requirieron asistencia hospitalaria por diversas lesiones, siendo esta situación indiferente para los miembros de la organización, pues las obligaban igualmente a ejercer la prostitución inmediatamente al salir del centro médico.

Para doblegar la voluntad de las mujeres, se valían de un sin fin de agresiones y de un estricto control de sus movimientos, permaneciendo en coches cercanos mientras las explotaban sexualmente y ordenándoles que se asomaran por la ventana del club de alterne con la frecuencia que ellos establecían.

También controlaban sus comunicaciones, estando obligadas a realizar llamadas de control todos los días en horas y minutos exactos, recibiendo continuas palizas si no lo hacían, lo que generaba en las víctimas un estado de dependencia psicológica y de indefensión absolutas, evitando a su vez posibles denuncias y huidas.

El cabecilla de la red llevaba un cálculo exacto de todos los servicios sexuales prestados por las víctimas y de los beneficios que éstos reportaban, siendo informado constantemente de todo lo que acaecía dentro de los locales.

Las funciones de control de las mujeres eran ejercidas por la pareja sentimental del cabecilla, que además ejercía la prostitución de forma independiente y que se encargaba de que las víctimas no pudieran ocultar las ganancias de ninguna forma, arrebatándoles absolutamente todo para así asegurarse de que no pudieran huir.

Tráfico de sustancias estupefacientes

Las investigaciones también permitieron determinar que el grupo investigado se dedicaba paralelamente al tráfico de sustancias estupefacientes, comprando drogas de diferentes calidades y mismo tipo, para volver a cortarlas, conseguir más cantidad y revenderlas, lo que los reportaba importantes beneficios.

Finalmente la operación culminó con la detención de 5 personas de nacionalidad rumana -1 en Guadalajara, 1 en Torremolinos y 3 en Santiago de Compostela-, y la imputación de una más, además de la liberación de cinco víctimas. Se efectuó un registro domiciliario en Torremolinos en el que se incautó aproximadamente unos 500 gramos de sustancia blanca pulverulenta, todavía sin analizar, así como una báscula de precisión, tabletas con pastillas, dinero en metálico, dispositivos electrónicos y terminales móviles de última generación, documentación personal de víctimas y justificantes de envíos de dinero, todo lo cual está pendiente de analizar por expertos, así como tres vehículos de alta gama. También se han bloqueado las posiciones bancarias de todos los detenidos.

La operación ha sido llevada a cado por el Grupo VIII de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, las Brigadas de Extranjería y Fronteras de Málaga, Guadalajara y Santiago de Compostela y la Agregaduría de Interior de la Embajada de Rumania en España.

"Con la trata, no hay trato. Denúncialo"

La Policía Nacional puso en marcha la mayor campaña de concienciación en redes sociales y medios de comunicación contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Con el claim "Con la trata, no hay trato. Denúncialo", la Dirección General de la Policía refuerza la segunda fase del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual que arrancó el pasado mes de enero. Siguiendo los objetivos de esta segunda etapa, la Policía Nacional promoverá la inclusión de vídeos y carteles en prensa escrita, radio y televisión que favorezcan la concienciación e implicación social de todos los ciudadanos, y especialmente de los clientes potenciales de estos servicios, contra los delitos cometidos por las redes que trafican con personas para su prostitución.

Con la puesta en marcha de este plan, la Policía Nacional activó la línea telefónica 900105090 y el correo [email protected] para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.

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