El plumero de Arbeloa

Pero una cosa no quita a la otra. Tras la más que truculenta presidencia de su predecesor en el cargo, Jesús García-Moya, con sus enredos con el caso del híper y sus ‘compensaciones’ solicitadas que le habrían reportado a la Federación cientos de millones de pesetas, pero que nadie habría sabido en qué bolsillo o cuenta habrían acabado, Arbeloa se decanta ahora por volver con la ‘burra a la linde’ en una postura en la que no debería entrar de ningún modo.

En las declaraciones efectuadas la pasada semana, el representante de los patrones mete la pata más arriba de la rodilla mojándose por una opción política, indirectamente; no tiene ni siquiera las agallas de decir a las claras que no le gusta cómo gobierna el actual ejecutivo autonómico.

Aunque Arbeloa no se dedica a la Política, al menos de momento, se le ve el plumero. Pero como también los que estamos en los medios de comunicación podremos ser tontos pero no imbéciles, le vemos de lejos. ¿A dónde vas, Arbeloa? No serías el primero en salir de FEPEMTA para buscar el sillón de la alcaldía talaverana.

Sus insinuaciones respecto a que hay que ‘reflexionar’ sobre si un gobierno autonómico que lleva 30 años consecutivamente elegido debería ser renovado sólo tienen una respuesta: deje que los votantes sigan eligiendo.

Lo demás sobra.