Otra derrota con polémica

Era, a priori, el auténtico partidazo de la jornada habida cuenta de los objetivos iniciales de temporada: título, play-off y ascenso. Con esas premisas se preveían pocos goles, mucha lucha por la posesión y gran ambiente. Esto último no faltó porque los aficionados locales acudieron a la cita. El juego, obviamente, más que gris y en medio de todo, un árbitro que dejó más contentos a los roblenses que a los talaveranos. Y es que con Gil Racionero no se puede andar ni tan siquiera con miradas insinuantes; menos aún con la lengua algo fina. Y si tenía alguna duda, los de Talavera ya las habrán disipado porque sólo acabaron ocho sobre el campo.

Mas centrándonos en lo que sucedió sobre el campo, bien es cierto que los primeros 45 minutos de partido no pasarán a los anales de la historia del fútbol porque el respeto entre ellos dejó escasas ocasiones de disfrutar. Cada equipo estuvo a lo suyo puesto que los visitantes intentaron que la meta de Machuca no pasara apuros. Mientras, aunque el Villarrobledo intentaba construir, lo cierto es que tampoco estuvieron muy orientados. Unas posibles manos en el área visitante y un balón que Sergio Hernández sacó cuando se colaba tras vaselina de Sánchez a Machuca fue lo único noticiables.

Pero llegó la segunda mitad y entre la actitud de algunos talaveranos y la rapidez de manos de Gil Racionero el choque se volvió, al menos, raro, rarito. Al cuarto de hora Víctor Martínez tomaba camino de vestuarios por su segunda amarilla tras entrada sobre Villatoro. Con uno menos enfrente, el once local aumentó su posesión y su dominio. Ello propició el penalti de Seco a Moha y el defensa blanquiazul a vestuarios. Pituli lo ejecutó y Machuca lo detuvo, pero Gil Racionero interpretó invasión del área por parte de jugadores talaveranos y mandó repetirlo. Encinas protestó y Racionero respondió con cartulinas. El de Talavera a la ducha y los de Fran Sánchez con ocho. Pituli lanzó el cuero fuera. Esperanza de puntuar, pero con ocho el esfuerzo sería de titanes.

El Villarrobledo siguió a la búsqueda del gol que dejara al rival ya a doce puntos en la clasificación. Y lo logró en el minuto 81 cuando un centro de Pituli lo tocó levemente Moha para acabar en el fondo de la red. Quedaba aún un cuarto de hora porque hubo cinco de añadido, pero ni el Talavera podía pese a que el once local perdió a Salom por doble cartulina, ni el equipo local arriesgaba. Corrió el crono hasta su inexorable final y el público festejó una victoria que hace a los locales mucho más fuertes. El Talavera sigue, a lo que se ve, con sus quejas hacia el colectivo arbitral, que como se lo proponga puede pasar factura. Los de Dorado, directiva incluida, deben reflexionar porque equipo para no estar pendiente de los del pito tiene, y sobrado.